A pesar de ser ya una realidad, el cibermundo pareciera extraído de una película futurística. Entender sus características y pautas de funcionamiento es esencial para anticiparse a los cambios que experimentarán la economía y la sociedad en los próximos años.

El término «metaverso» cobró popularidad en las últimas semanas luego de que Facebook anunciara que pasará a llamarse Meta Platforms.  La compañía de Bill Gates se había unido anteriormente a la conversación con el lanzamiento de Microsoft Mesh. A pesar de haber popularizado la discusión sobre el cibermundo, estos gigantes tecnológicos no han sido los primeros en incursionar en él. Epic Games, Google y Nvidia son algunas de las empresas que también están en la carrera de la innovación.
A fines de octubre, Mark Zuckerberg dio a conocer que Facebook Inc. pasaría a llamarse Meta. El cambio estuvo motivado por la necesidad de la corporación de avanzar en la evolución de las conexiones sociales. «Hoy se nos ve como una empresa de redes sociales, pero nuestro ADN es el de una compañía que crea tecnología para conectar a las personas y el metaverso es la próxima frontera, igual que las redes sociales lo eran cuando nosotros empezamos», expresó el empresario en una conferencia.

El metaverso consiste en un el mundo virtual 3D al que se accede utilizando una serie de dispositivos que permiten interactuar con sus elementos. Por tal motivo, se lo considera una experiencia completamente inmersiva.

La empresa se encuentra en un proceso de desarrolo de tecnologías que combinan tres elementos. «Gafas de realidad aumentada para estar presente en el mundo físico, realidad virtual para estar completamente inmerso y teléfonos y computadoras para saltar desde las plataformas existentes», explicó el gigante de las redes sociales.  ¿Qué permitirán los espacios en 3D del metaverso? «Socializar, aprender, colaborar y jugar de maneras inimaginables en la actualidad», aseguró.

A principios de este año,  Microsof también comunicó su incursión en el metaverso de la mano de Microsoft Mesh, una solución que comenzará a implementarse en 2022. Su funcionamiento se estructura sobre la base de la realidad mixta, para permitir que personas en diferentes ubicaciones físicas puedan unirse a experiencias holográficas colaborativas. Asimismo, será compartido con las herramientas de productividad de Teams, donde pueden realizarse reuniones virtuales, enviar chats, colaborar en documentos compartidos, entre otras acciones.
La carrera por imponerse en el metaverso no tiene a Facebook y Microsoft como únicos competidores. Epic Games planea incorporarlo en Fortnite, para así incrementar su cantidad de usuarios. A su vez, piensa en expandir su herramienta Unreal Engine, con el fin de garantizarles a las empresas presencia 3D en tiempo real. Google está haciendo lo propio con el desarrollo de Google Lens, que combina diversas funciones de procesamiento basadas en la visión (en otras palabras, permite buscar lo que el usuario ve). Nvidia, farbicante de chips y procesadores gráficos, fue un paso más allá y apostó por el omniverso, un verdadero ecosistema creado para la colaboración virtual y la simulación físicamente precisa en tiempo real. Está pensado especialmente para artistas, animadores, diseñadores, investigadores, ingenieros, desarrolladores y proveedores de software.

El metaverso y su promesa de revolucionar la economía
Si bien se espera que su construcción demore entre 5 y 10 años, las projecciones respecto del impacto del metaverso en la sociedad abundan. Una de las más sólidas augura que el cibermundo transformará desde el ocio y el entretenimiento hasta las industrias y la forma de trabajar. Directa o indirectamente, ello repercutirá en la economía global. De hecho, Bloomberg Intelligence estima que la oportunidad de mercado para el metaverso alcanzaría los USD 800.000 millones para 2024.