Las grandes ciudades capitalizan las industrias culturales y crean los estándares del consumo masivo. Sin embargo, los talentos locales emergen desde los márgenes para consolidar la impronta de la propia tierra.

Existe un semillero cultural más allá de Buenos Aires. Del interior del país también aflora arte, que se irradia por estas tierras y más allá de las fronteras. Aquí, en Mendoza, la música, la danza, el arte dramático, la literatura y la pintura han sido abrazados por talentos moldeados con las manos de la vid, la montaña y el desierto.

Música mendocina
Sin duda alguna, Los Enanitos Verdes son la banda embajadora de la provincia no solo a nivel nacional, sino también internacional. Karamelo Santo también logró reconocimiento y popularidad gracias a su mixtura de sonidos ska, reggae y rock. Otros conjuntos emblemáticos nacidos en estas tierras son Bendita Úrsula, Parió La Choca y Chancho Va.
En la última década, la voz de Mariana Päraway ha sabido conquistar con la compañía de melodías pop, electrónicas y folclóricas. En el ámbito del rock, Usted Señalemelo colocó a Mendoza en el radar nacional con su música pensada para mantenerse al margen de toda etiqueta. Pasado Verde es otra de las agrupaciones que están forjando la identidad musical contemporánea de la provincia.

Danza
El arte cinético también ha visto surgir a grandes exponentes en Mendoza. El mundo de la danza ha sido deleitado por los finos y precisos movimientos de Daiana Ruiz, demisolista del Stuttgart Ballet de Alemania. El bailarín, acróbata y coreógrafo Iván Keim, también basado en tierras germanas,  ha demostrado su talento y destreza tanto en la Vendimia como en escenarios europeos y lationamericanos.
Arte dramático
A pesar de su suelo árido, en la provincia han florecido grandes exponentes del arte dramático. Nombres como Lydia Lamaison, Dora Prince, Camilo da Passano, Leo Marini y Dora Prince han escrito la historia del cine y la ficción argentina. Los actores Patricia Palmer, Marco Antonio Caponi y Mike Amigorena también han sabido colocar a Mendoza debajo del reflector y frente a las cámaras. Federica Cafferata, Amparo Alcaraz y Tania Casciani, por su parte, conforman un trío que honra el talento local y cautiva a la mirada foránea.
Literatura
Grandes obras de la literatura nacional fueron gestadas por la narrativa de escritores mendocinos. Las letras de Armando Tejada Gómez, Antonio Di Benedetto, Eliana Abdala y Benito Marianetti construyeron escenarios, expusieron problemáticas sociales y contribuyeron al imaginario argentino. Misma labor asumieron los mendocinos por adopción Juan Draghi Lucero y Liliana Bodoc. Cómo no destacar el ingenio y la comicidad de las tiras del maestro Quino o la ternura de los personajes de Chanti.

Pintura
Las artes visuales han encontrado en las manos mendocinas trazos, figuras y composiciones dignas de los mayores reconocimientos. Luis Quesada fue uno de los encargados de introducir el muralismo en la provincia. José Scacco se consolidó como uno de los exponentes del paisajismo y Carlos Alonso, de la corriente social del arte. Ramiro Quesada Pons y Federico Calandria han logrado posicionarse como dos de los mayores artistas de la Argentina contemporánea.

Flamencos ebrios (2018). | Obra de Federico Calandria

Próceres en su tierra y aclamados fuera de ella, los artistas mendocinos han sabido nutrirse de la idiosincrasia local y reconvertirla en expresiones culturales de lo más diversas. Siempre es buen momento para volcarse al talento regional, apreciarlo y volverlo parte de uno.