Seis chicos y chicas del barrio que practican este arte marcial en el Club House, formarán parte de la delegación argentina en el 8° Campeonato Centro y Sudamericano de Taekwondo ITF. Será del 10 al 13 de agosto, en la ciudad brasileña de Foz do Iguazu.
Seis alumnos y alumnas de 9 a 15 años, que viven en Dalvian y practican taekwondo en el Club House, debutarán en una competencia internacional. Es que fueron seleccionados para formar parte de la delegación argentina en un encuentro centro y sudamericano que se desarrollará en Brasil.
Del 10 al 13 de agosto se realizará el 8° Campeonato Centro y Sudamericano de Taekwondo ITF en la ciudad brasileña de Foz do Iguazu. Los competidores viajarán acompañados por sus padres y todos se alojarán en el mismo hotel junto al resto de los competidores de nuestro país.
Al encuentro irán alumnos de distintas edades y categorías, y competirán según edad, cinturón y peso. Habrá dos disciplinas en competencia: formas (movimientos básicos donde se trabaja la coordinación, la respiración, el equilibrio y la potencia) y lucha (donde se utilizan protectores de pie y manos, cabezal e inguinal y es por puntos).
Hace cinco años que se practica taekwondo en el Club House de Dalvian. Y en poco tiempo logró un éxito en convocatoria. Sobre todo, tras la pandemia hubo un crecimiento exponencial en la cantidad de alumnos, según nos cuenta Pablo Palavecino, profesor a cargo de esta disciplina de artes marciales originaria de Corea del Sur.
“Si no fuera por el respaldo de los padres no podríamos haber evolucionado tanto en esta actividad, ya que es un deporte totalmente amateur y donde se hace mucho trabajo individual y en equipo, lo cual requiere la contención de los chicos para mantener la conducta y la disciplina”, destaca Palavecino.
El doyang se muestra impoluto esperando la acción. Una decena de niños, niñas y adolescentes se disponen a la formación inicial para dar un pie en él. Es que la sala de entrenamiento para taekwondo en Dalvian tiene su propio espacio, tras la apertura del nuevo polideportivo en el Club House.
Y el taekwondo es un arte marcial, proveniente de Corea del Sur, que necesita ese lugar único para que los practicantes lo tomen como “su segundo hogar”. El taekwondo estimula la disciplina, el desarrollo psicomotriz y que trabaja sobre cinco principios: la cortesía, la integridad, la perseverancia, el autocontrol y el espíritu indomable. “Hay mucha camaradería aquí, los directivos del club nos apoyan un montón, tenemos este espacio nuevo en nuestros horarios sólo para nosotros, lo cual nos ayuda a la concentración”, confirma Pablo Palavecino y cuenta que “los alumnos más grandes me ayudan mucho también en las clases donde los más chiquitos van copiando las disciplinas de los más grandes”.
Pablo es representante de Mendoza en la Federación Internacional de Taekwondo (ITF) y tiene a cargo ocho sedes de su escuela Jimbo Kwan, entre ellas la del Club House de Dalvian. Fue gracias a su reputación y su presencia en la Federación que se da esta participación en la competencia internacional de Brasil.
Teniéndolo a él como entrenador, los únicos atletas mendocinos que representarán a Dalvian y al país en este campeonato centro y sudamericano son: Pilar y Benicio Sanjurjo, Máximo Soriano, Romeo y Sienna Petignano y Mateo Sottano.
Además, entre todos los alumnos de su escuela está armando un equipo para ir a una Word Cup que se hará en octubre en Buenos Aires, y donde pretende llegar con unos 50 competidores.
Es que la presencia de los alumnos de Palavecino otorga nivel y jerarquía a los eventos competitivos de taekwondo en el país y afuera, ya que él es actualmente sexto dan (instructor mayor) y a fin de año rendirá para séptimo dan, con lo cual se convertirá en maestro y será el último título entregado a través de examen de graduación, según las metodologías de esta disciplina oriental.
Pablo se aferró al taekwondo a los 14 años, hace 35 años que lo practica y 25 que es docente de la actividad. Tiene ocho centros de enseñanza. Ha competido a nivel nacional e internacional, consagrándose campeón panamericano de taekwondo, y ha formado parte de la selección argentina.
“Más allá de todo lo que he logrado con el taekwondo y de mi experiencia, lo hago mucho por vocación, me gusta mucho dar clases, transmitir esto a los niños y jóvenes”, confiesa Palavecino, quien hoy tiene 50 alumnos, repartidos en diferentes días y horarios, en el Club House de Dalvian.
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