El «paso cero» (y el más importante) de toda rutina de skincare

Los dermatólogos coinciden: de nada sirve invertir en sueros costosos o cremas de última generación si la piel no está correctamente limpia.

En el mundo de la dermatología, la higiene facial no es solo un hábito de aseo, es el pilar fundamental sobre el que se construye la salud de la piel. Según los especialistas, una limpieza incorrecta puede desequilibrar el manto hidrolipídico, provocando desde acné y exceso de sebo hasta deshidratación severa y sensibilidad.

Para optimizar este paso, los expertos recomiendan seguir un protocolo simple pero riguroso:
1. La frecuencia justa (AM y PM)

La regla de oro es limpiar el rostro dos veces al día. Por la noche, es innegociable: se deben retirar los restos de protector solar, maquillaje y la polución acumulada. Por la mañana, el objetivo es eliminar el sebo y las toxinas que la piel segrega mientras dormimos. Lavarla en exceso, sin embargo, puede ser contraproducente.

2. Temperatura y técnica

El agua debe estar siempre tibia. Los extremos son enemigos de la piel: el agua muy caliente deshidrata y dilata los capilares (empeorando rojeces), mientras que la fría no disuelve bien la suciedad grasa. El movimiento debe ser suave, circular y con las manos limpias, masajeando el producto durante al menos 60 segundos.

3. Dime qué piel tienes y te diré qué usas

No todos los limpiadores son iguales.

Pieles secas o sensibles: Se benefician de leches de limpieza, aceites o bálsamos que nutran mientras limpian.

Pieles grasas o mixtas: Requieren geles o espumas (preferentemente syndets o sustitutos del jabón) que regulen el sebo sin dejar sensación de tirantez.

La doble limpieza: Una técnica en auge que consiste en usar primero un limpiador de base oleosa (aceite) y luego uno de base acuosa (gel) para una higiene profunda.

4. El secado: el error más común

Al terminar, jamás se debe frotar la toalla contra el rostro. Lo correcto es secar «a toques» suaves para absorber la humedad sin irritar la epidermis. Además, se sugiere tener una toalla exclusiva para la cara o usar toallitas descartables si hay brotes de acné activos.

Una piel limpia es un lienzo preparado; solo entonces estará lista para recibir y absorber los activos del resto de la rutina.

De las «micro-escapadas» al Verano 2026

Cómo planifican sus vacaciones los argentinos

Mientras los feriados puente se consolidan como válvulas de escape necesarias para combatir el estrés urbano, la temporada verano 2026 se perfila con una clara tendencia hacia la naturaleza, la búsqueda de experiencias auténticas y el retorno de los clásicos de la Costa Atlántica y la Patagonia.

A pocas semanas del inicio oficial del verano, el sector turístico argentino observa un cambio de paradigma en la forma de viajar. Ya no se trata únicamente de «irse quince días en enero», sino de una estrategia combinada: aprovechar los fines de semana largos (feriados turísticos) para recargar energías y planificar un verano donde la relación precio-calidad será determinante.

El auge de la «Micro-escapada»

Los feriados puentes se han convertido en la oportunidad ideal para el turismo de cercanía. Según los operadores turísticos, la tendencia actual es el «viaje de 72 horas», donde el objetivo es maximizar el tiempo sin recorrer distancias extenuantes.

Los destinos protagonistas de esta modalidad son aquellos ubicados a no más de 300 o 400 kilómetros de los grandes centros urbanos.

Provincia de Buenos Aires: Tandil, San Antonio de Areco y Chascomús lideran la oferta rural y gastronómica.

Litoral y Centro: Rosario y las sierras de Córdoba se mantienen como opciones favoritas por su conectividad y variada oferta cultural y natural.

Mendoza: El enoturismo ya no distingue estaciones, convirtiéndose en una opción de lujo para escapadas de tres o cuatro días, combinando relax, alta cocina y paisajes de precordillera.

Verano 2026: Naturaleza y «Slow Travel«

De cara a la temporada alta de enero y febrero de 2026, las proyecciones indican que el turista argentino priorizará el contacto con el entorno natural y destinos que permitan bajar el ritmo, un concepto conocido globalmente como Slow Travel.

1. La Patagonia, el refugio indiscutido

Bariloche, San Martín de los Andes y Villa La Angostura siguen siendo las joyas de la corona. Sin embargo, para este 2026 crece el interés por destinos más australes como El Calafate y Ushuaia, impulsados por una mayor conectividad aérea y la búsqueda de climas más frescos frente a las olas de calor.

2. El Norte rompe la estacionalidad

Jujuy y Salta, tradicionalmente destinos de invierno, se posicionan fuerte para el verano 2026. La Quebrada de Humahuaca y los Valles Calchaquíes atraen a un perfil de viajero joven y extranjero que busca cultura, paisajes dramáticos y precios competitivos.

3. La reconversión de la Costa Atlántica

Más allá de Mar del Plata, que ofrece la cartelera teatral y gastronómica más potente, destinos como Cariló, Mar de las Pampas y Costa del Este registran altos niveles de consulta. La tendencia aquí es el alquiler de casas en el bosque: privacidad, silencio y playa, alejándose del bullicio del centro.

El factor clave: la anticipación

La planificación anticipada se ha vuelto la herramienta principal del viajero. Congelar precios en pesos, aprovechar cuotas sin interés y reservar alojamientos con políticas de cancelación flexible son las estrategias que definirán el éxito de las vacaciones de 2026.

En definitiva, ya sea en una escapada de fin de semana largo o en las vacaciones de verano, la premisa para el 2026 es clara: viajar ya no es un lujo suntuario, sino una inversión indispensable en bienestar y salud mental.

Ciberseguridad en la era de la Inteligencia Artificial

Cómo blindar tus datos ante las nuevas amenazas

La irrupción de la Inteligencia Artificial ha transformado el panorama digital, facilitando tareas cotidianas pero también sofisticando los métodos de estafa. El «ojo humano» ya no alcanza para detectar fraudes y los expertos en informática recomiendan nuevas estrategias para proteger la identidad y el patrimonio.

Hasta hace poco, detectar un correo electrónico fraudulento (phishing) era relativamente sencillo: errores ortográficos, redacción robótica o logotipos pixelados delataban el engaño. Sin embargo, en 2025, las reglas del juego han cambiado. La Inteligencia Artificial Generativa ha permitido a los ciberdelincuentes crear campañas de estafa hiperrealistas, correos perfectamente redactados e incluso audios que clonan la voz de familiares o ejecutivos bancarios con una precisión alarmante.

Ante este escenario de «amenazas inteligentes», la ciberseguridad deja de ser un asunto técnico para convertirse en un hábito de supervivencia digital.

El fin de la confianza ciega: el modelo «Zero Trust»

Los especialistas sugieren adoptar una mentalidad de «Confianza Cero». Esto implica que ninguna solicitud de información sensible —ya sea que llegue por WhatsApp, correo o llamada telefónica— debe ser considerada legítima de inmediato, incluso si el remitente parece conocido.

La IA permite recopilar información pública de redes sociales para personalizar los ataques (técnica conocida como spear phishing). Por ello, si un mensaje genera urgencia («tu cuenta será bloqueada», «oferta única por 1 hora»), la recomendación es detenerse, no hacer clic en enlaces y verificar contactando directamente a la entidad o persona por otra vía oficial.

Las 3 claves del blindaje digital

Para proteger los datos personales en este nuevo contexto, los expertos señalan tres barreras indispensables que todo usuario debe levantar:

1. La autenticación de doble factor (MFA)

Es la cerradura de seguridad más efectiva hoy en día. Ya no basta con una contraseña compleja. Activar la verificación en dos pasos (ya sea mediante una App de autenticación o biometría) en WhatsApp, correos electrónicos y home banking asegura que, aunque un delincuente obtenga la contraseña, no pueda acceder a la cuenta sin el segundo código temporal.

2. Higiene de contraseñas

La IA puede descifrar patrones de contraseñas sencillas en segundos. Se recomienda el uso de gestores de contraseñas, que crean y almacenan claves únicas y robustas para cada servicio. Repetir la misma clave para el correo y el banco es, según los expertos, el error más peligroso que cometen los usuarios.

3. Actualización constante

Los dispositivos móviles y computadoras lanzan actualizaciones de seguridad («parches») para cerrar vulnerabilidades que los hackers explotan. Posponer estas actualizaciones deja una puerta trasera abierta para el robo de datos.

En un mundo donde la línea entre lo real y lo artificial se desdibuja, la tecnología avanza, pero el sentido común y la verificación pausada siguen siendo la defensa más sofisticada del ser humano.

Sabores de Fiestas

Vitel Toné, el clásico que le gana al calor y une a la mesa argentina

Puede que su origen sea italiano, pero su corazón ya es completamente nuestro. Fresco, cremoso y protagonista absoluto de las entradas del 24 y el 31. Te compartimos la receta infalible para lograr una salsa suave y una carne que se deshace en la boca.

Si hay un plato que marca el inicio de la Navidad en Argentina, es el Vitel Toné. En un país donde Papá Noel llega con temperaturas que superan los 30 grados, este plato frío se convierte en la opción perfecta. Aunque la receta original del Piamonte (Vitel Tonné) se servía caliente, la adaptación criolla lo transformó en el rey de las entradas frías y, para muchos, es aún más rico a la mañana siguiente.

Acá, el paso a paso para que salga perfecto y no sobre ni una rodaja.

Ingredientes

La carne: 1 peceto (de 1.5 kg aprox).

El caldo: Verduras variadas (cebolla, zanahoria, apio, puerro), sal, pimienta en grano y una hoja de laurel.

La salsa: 2 latas de atún al natural, 4-6 anchoas (según intensidad deseada), 1 taza de mayonesa de buena calidad, 100 cc de crema de leche (para suavizar), un chorrito de vinagre de vino o jugo de limón y alcaparras.

Preparación

La cocción clave: Limpiar el peceto quitando el exceso de grasa, pero dejándole una fina capa para que no se seque. Hervirlo en una olla grande con el caldo de verduras durante aproximadamente una hora y media (o hasta que esté tierno al pincharlo). El secreto: Dejar enfriar la carne dentro del caldo. Esto asegura que se mantenga jugosa y absorba los sabores.

La salsa perfecta: En una licuadora o mixer, procesar el atún (escurrido), las anchoas, un chorrito de vinagre y un par de cucharadas del caldo frío de la carne (esto le da el sabor «vitellé»). Una vez procesado, incorporar la mayonesa y la crema de leche y mezclar suavemente hasta lograr una textura aterciopelada, ni muy líquida ni muy espesa.

El armado: Cortar el peceto frío en rodajas lo más finas posible (si tenés cuchillo eléctrico, es el momento de usarlo). Acomodarlas en una fuente plana, intercalando capas de carne y salsa generosa.

Toque final: Esparcir las alcaparras por encima (algunos agregan huevo duro picado o perejil para dar color). Llevar a la heladera al menos 4 horas antes de servir.

¡Frío es mucho mejor!